Si alguna vez has hecho alta montaña o caminado en algún lugar con nieve como en glaciares, seguramente has utilizado el “crampón”.
Son esos famosos “picos en las botas” que sirven para evitar que te resbales.
En este artículo te voy a contar la historia de los crampones y decirte por qué son tan importantes en el deporte del alpinismo y en la nieve.
¿Ya sabes cuál es tu siguiente aventura en montaña?
No importa si te estás iniciando en el montañismo o ya eres un experto.
Siempre es importante analizar con cautela cuáles son los crampones que se adaptarán mejor a tu expedición.
¿Qué son los crampones?
Los crampones son estos dispositivos metálicos de tracción que se amarran a la parte inferior de las botas de montaña.
Se colocan debajo de la suela y ayudan a que tus pasos sobre las superficies de hielo y nieve sean más seguros.
De esta manera, es posible tener mejor adherencia sobre las superficies heladas.
Historia de los crampones
En el siglo 16, cazadores y leñadores europeos inventaron este dispositivo.
Constaba de varias puntas fijadas tanto en la punta como en el tacón de la bota mediante un sistema de correas.
Se llamaban “grappetes” y estos fueron evolucionando hasta cubrir la suela entera de la bota y se poco a poco se le agregaron más puntas de agarre.
Es entonces cuando se comienza a hablar del “crampón”, a finales del siglo 19.
Al mismo tiempo, se inventaron las botas con suelas claveteadas, aunque no serían tan útiles en la montaña como los crampones.
En 1908, Oscar Eckenstein inventó algo más similar a como se conoce el crampón hasta el día de hoy.
Eckenstein trabajó con un herrero para fabricar un dispositivo de metal que tenía hasta 10 puntas filosas.
Este debía ser lo suficientemente ligero para poder usarse en expediciones más casuales de escaladores.
El resultado fue que estos dispositivos podían ser utilizados por montañistas.
Para que así, pudieran ascender con mayor seguridad a las altas montañas.
También podían ser utilizados por escaladores.
Para que con ellos, pudieran hacer escalones de hielo en las paredes con mayor facilidad.
Los crampones de Eckenstein eran modernos en aquel tiempo.
Pero comparados con los crampones que conocemos hoy, eran muy grandes e incómodos.
Crampones Grivel, los primeros
Un año más tarde de que los crampones estuvieran disponibles en el mercado, el italiano herrero Henry Grivel ayudó a Eckenstein a que se comercializaran.
Dos décadas más tarde, el hijo de Grivel, Laurent, agregó al diseño dos puntas frontales.
Ahora se trataba de un crampón de 12 puntas.
Este sería aprobado en el año de 1938.
Cuando los escaladores alemanes Anderl Heckmair y Ludwig Vörg ascendieron la montaña Eiger-Nordwand.
Los alemanes superaron a unos escaladores austriacos que habían utilizado las botas de suelas claveteadas y crampones de 10 puntas.
Fue así que los crampones de 12 puntas alcanzaron su popularidad.
Desde entonces, todos los nuevo crampones han sido cada vez más ligeros, flexibles y de mayor durabilidad.
La compañía Grivel, fundada por Henry en el siglo 20, aún sigue fabricando los dispositivos hasta el día de hoy.
Los crampones Grivel han sido utilizados por montañistas en las montañas más altas del mundo; Everest, K2 y Kangchenjunga.
Sistemas de fijación de crampones
Crampones de cintas
La ventaja de estos crampones es que se pueden adaptar tanto a botas rígidas como a botas semi-rígidas, mediante un sistema de correas que se sujetan a la bota.
La desventaja es el tiempo de colocación, ya que no es el sistema más práctico ni fácil de sujetar.
Crampones semi-automáticos
Cuentan con una talonera que muerde la bota por la parte trasera y los fija, junto con una punta de plástico que abraza la parte delantera de la bota.
También pueden ser utilizados en botas rígidas como en semi-rígidas.
Aunque las botas deben de tener una suela “cramponeable”, o sea, que su suela este diseñada para adaptar el crampón a ella con facilidad y no se salga.
Crampones automáticos
Los automáticos son los más fáciles y rápidos de colocar.
También cuentan con una talonera como la de los semi-automáticos y en su parte delantera, cuentan con dos barras metálicas.
También pueden ser utilizados en botas tanto rígidas como semi-rígidas.
Aunque es altamente recomendable que antes de comprarlos, sean probados con la bota con la cual serán utilizados.
Las botas deben de contar con una suela preparada para este tipo de crampones, lo cual significa que debe tener un refuerzo en su parte delantera y posterior.
Esqueleto del crampón
Crampones de marcha / flexibles
Si tu finalidad es practicar el alpinismo o trekking, estos son los crampones que debes usar.
Se constituyen de dos partes unidas por una barra que permite ajustar el tamaño del crampón.
La barra facilita tener mayor flexión en el pie y se ajusta por medio de pequeñas perforaciones y tornillos o topes, que harán que se adapte a la medida de la bota.
Son utilizados para alpinismo o escalada en hielo y se ajustan normalmente mediante el sistema de correas, suelen contar con 10 puntas.
Crampones clásicos / rígidos
Normalmente son de 12 puntas y están constituidos por una sola pieza.
Suelen ser un poco incómodos para alpinismo o trekking por su poca flexibilidad.
Se recomienda que sean utilizados con botas rígidas para evitar doblarlos y quebrarlos y en el deporte de escalada en hielo.
Crampones técnicos
Son recomendados específicamente para escalada en paredes verticales y cascadas de hielo.
Pueden ser rígidos o semi-rígidos y su sistema de fijación es generalmente automático.
Sus puntas delanteras están proyectados en diagonal hacia delante.
Materiales
Aluminio
Son extremadamente ligeros y por ello son esenciales para largas aproximaciones en nieve o hielo.
Por otro lado, si se camina con ellos sobre terrenos rocosos, tendrán un mayor desgaste que los de acero.
Acero
Existen diferentes tipos de aceros, pero su principal ventaja es su durabilidad y resistencia, aunque son mucho menos ligeros que los crampones de aluminio.
Es imprescindible que tengamos el juicio suficiente para saber cuando es necesario utilizar crampones en la montaña.
Muchos accidentes suceden cuando no se usan y la gente camina sobre el hielo solamente con sus botas.
Es importante que cuando te los pongas te asegures de estar en una superficie segura y no tan empinada, antes de llegar a cualquier sitio muy comprometedor.
Deben ir a la mano siempre en la mochila para que puedas ponértelos con mayor rapidez y no gastes muchas energías buscándolos en la mochila.
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